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sábado, 7 de agosto de 2010

El Liderazgo es un Proceso

Por años se ha mitificado la labor del líder; se construyen definiciones; se instalan aureolas increíblemente inalcanzables; se coloca al llamado líder en pedestal de franca y fanática idolatría. Se crean leyendas e historias de heróica epopeya. En fin, se establece una distancia entre los llamados líderes y los demás, seres "comunes y corrientes".

¿Cómo se hace un verdadero líder? Ante todo, con mucho autoliderazgo (ver http://carlosyunen.blogspot.com/2010/08/el-verdadero-liderazgo.html). Y, una vez asumido el reto de auto-liderar la propia vida y el propio desarrollo, el verdadero líder asume plena responsabilidad por el proceso de liderazgo; sí, un proceso estructurado que puede llevar al ejercicio exitoso de esa misteriosa condición de ser líder.

Como primer paso, el líder establece metas claras, retadoras, trascendentes, relevantes. Para sí mismo y para su equipo, para su gente.

En segundo lugar, comunica esas metas de forma efectiva, precisa, transparente, inspiradora. Consigue apropiar a su gente de sus metas. Consigue, con una efectiva comunicación, que las hagan suyas. Y deja claro el mensaje de qué es lo importante, lo prioritario, y lo que será la base para la posterior evaluación del logro y los avances.

Como tercer paso del proceso, una vez las metas han sido establecidas y comunicadas, el líder acompaña a su gente en el proceso de conseguir el logro de las metas. Acompañarlos significa aconsejarlos, entrenarlos, abrirles puertas, proveerles recursos, escuchar inquietudes y preocupaciones, e incluso soltar en franca autonomía cuando ya es adecuado.

El cuarto paso del proceso consiste en evaluar el desempeño, sobre la base de los parámetros y métricas definidos al establecer las metas.

El siguiente, el quinto y último, se fundamenta en proveer retroalimentación.

Aplicando en forma cíclica estos tres últimos pasos (acompañamiento, evaluación y retroalimentación), el líder garantiza que cada uno de los miembros de su equipo consigue el éxito, sabe cómo lo ha hecho y detecta a tiempo cualquier desviación entre lo realizado y lo propuesto mediante las metas.

Un simple y efectivo examen de liderazgo consistiría en, simplemente, realizar una autoevaluación. A ver. Del 0 al 10, ¿cómo se califica en cada uno de estos pasos? y, más importante, ¿cómo lo calificaría su equipo?


miércoles, 4 de agosto de 2010

El Verdadero Liderazgo

El verdadero liderazgo implica un profundo acto de consciencia. Un acto de profunda auto-responsabilidad.
Implica tomar las riendas de la propia vida y de los infinitos recursos que se nos han dado, para aplicarlos, utilizarlos, cultivarlos, multiplicarlos, cuidarlos y desarrollarlos continuamente... desarrollarlos continuamente para la propia evolución, para el propio crecimiento integral...
Implica profundizar en la propia esencia, hurgar en los intrincados vericuetos de nuestras propias creencias y valores, para liberarnos de las ataduras limitantes y realizar así las infinitas posibilidades del ser, mediante un dedicado y metódico hacer.
Implica crear una visión de un destino y un futuro deseado para la propia vida, actuar impecablemente en consecuencia, y medir y celebrar nuestros propios avances.
Implica, en fin, asumir el auto-liderazgo de nuestra existencia. 
Los grandes y verdaderos líderes de la humanidad han sabido crearse desde dentro, muchas veces han tenido que reinventarse, han conseguido volver a nacer. Se han atrevido a creer en sí mismos y en algo superior a su propio destino y, con un fuerte ejercicio de la propia voluntad, han construido su propia realidad y un nuevo mundo de nuevas opciones para quienes les rodean.
Sólo así, cuando somos líderes de nosotros mismos, podemos ser capaces de ser líderes de los demás... 
Porque sólo cuando somos inmensos dentro, podemos expandirnos fuera.
En el fondo, nadie puede dar lo que no tiene.