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jueves, 1 de noviembre de 2012

Indicadores y Métricas

Es muy diferente hablar de métricas o mediciones que hablar de indicadores. Los indicadores, como su nombre sugiere, indican algo. Las mediciones sencillamente miden. Los indicadores te dan información precisa y concreta acerca de algo relevante para tus propósitos. Por ejemplo, de nada te sirve saber el peso promedio de las personas que viven en tu casa, si lo que deseas es diseñar los dinteles de las puertas, ¿Cierto?

Con frecuencia, personas y organizaciones se dedican a establecer grandes cantidades de métricas que luego no utilizan. Lo vemos en la escuela, lo vemos en el trabajo… hasta nuestros amigos y amigas se la pasan viendo lo que llaman “estadísticas”, que no son más que números y números que no les dicen absolutamente nada.

Para los dinteles, por ejemplo, es obvio que necesitas medir ante todo, la altura de las personas, y luego, por si acaso, su volumen.

Como vemos, son pocas las métricas que se pueden llamar indicadores. Lo peor de todo es que las personas agregan y agregan métricas sin sentido, y se confunden aún más… y con más seguridad de que están en lo cierto porque, cuando las personas tienen poca información acerca de algo, sienten dudas, inseguridad, y toman las decisiones con timidez. A medida que la cantidad de datos aumenta, perciben que tienen más información y esto les da más seguridad. Llegan a un punto donde la cantidad de información es tal que pueden tomar las mejores decisiones, y así lo hacen… sin embargo, llega un momento cuando esa cantidad de datos comienza a aumentar hasta niveles en que dificultan las decisiones; la persona no sabe cuáles datos mirar o analizar, y los quiere procesar todos, perdiendo gran cantidad de tiempo, y confundiéndose en el camino.

Es lo que sucede cuando, por ejemplo, en algunos casos tratas de analizar y comparar diferentes productos alimenticios de una misma categoría; es tanta la información nutricional que al final nunca sabes si has tomado la mejor decisión.

Por eso es tan importante decidir el conjunto más pequeño de indicadores que te provea la mayor cantidad de información con respecto a lo que estás haciendo y lo que te has propuesto lograr.

¡Ah! Y recuerda algo fundamental: consigues y mejoras aquello que mides... si analizas qué estás midiendo, te darás cuenta a qué le estás dando importancia. ¿Mides calidad, productividad, desarrollo, crecimiento? Eso conseguirás y mejorarás... Si mides errores, defectos, fallas... bueno, ya sabes a qué estás prestando atención y a que dedicarás tu energía.

Menos métricas, mejores indicadores, más información, mejores decisiones.